
Descubre el Croque-Madame, esta versión refinada del famoso sándwich francés que encanta con su huevo frito líquido colocado delicadamente sobre un croque-monsieur gratinado. Sencillo de hacer pero siempre impresionante, este plato reconfortante combina la suavidad de la bechamel, el fundido del queso y el crujiente del pan dorado. Perfecto para un almuerzo rápido o una cena improvisada, transforma ingredientes simples en un verdadero festín. Su preparación en pocos pasos garantiza resultados perfectos cada vez, con ese toque gourmet que marca la diferencia.
Prepara la bechamel: derrite 20g de mantequilla, añade 20g de harina, mezcla y luego vierte 25cl de leche tibia batiendo hasta que espese. Sala, pimienta y añade un poco de nuez moscada.
Precalienta el horno a 200°C. Unta cada rebanada de pan con un poco de bechamel.
Sobre 2 rebanadas, coloca una loncha de jamón, luego un poco de queso Gruyère rallado. Cierra con las otras 2 rebanadas de pan (lado de bechamel hacia dentro).
Cubre la parte superior de los croques con el resto de bechamel y espolvorea generosamente con Gruyère.
Hornea de 10 a 15 minutos, hasta que la parte superior esté dorada y gratinada.
Mientras tanto, cocina los huevos fritos en una sartén con un poco de mantequilla, manteniendo la yema líquida.
Saca los croques del horno, coloca un huevo frito sobre cada croque y sirve inmediatamente.

Para una bechamel perfecta, usa leche tibia y bate enérgicamente para evitar grumos.
Elige pan de molde de calidad para mejores resultados, ligeramente tostado si prefieres más crujiente.
Sirve inmediatamente para disfrutar del contraste entre el croque caliente y el huevo líquido.
Acompaña con una ensalada verde aliñada para equilibrar la comida.