Sumérgete en una experiencia gustativa refinada con estas copas que combinan la dulzura natural de las zanahorias con el calor del comino y el crujiente de las avellanas. Esta entrada ligera y vibrante despierta las papilas gustativas con su equilibrio perfecto entre dulce, picante y rústico. Fácil de hacer y económica, transforma ingredientes simples en un plato excepcional. Para el toque final, las avellanas tostadas aportan una textura contrastante que realza esta mousse cremosa. Una receta que demuestra que la simplicidad puede ser sofisticada.

HAGEN Juego de cocina de 10 piezas - Mango extraíble - Burdeos
59,90€
Ventajas:
- Revestimiento de piedra antiadherente de alta calidad
- Compatible con todo tipo de cocinas, incluida la inducción
- Mango extraíble para ahorrar espacio
- Diseño elegante en color burdeos
Desventajas:
- No apto para lavavajillas
- Puede rayarse con utensilios metálicos
- 1
Pela y corta las zanahorias en rodajas. Cocínalas al vapor durante 15 minutos hasta que estén tiernas.
- 2
Deja que las zanahorias se enfríen un poco, luego tritúralas finamente con la crema, el comino, sal y pimienta hasta obtener una textura suave y aireada.
- 3
Reparte la mousse en copas transparentes. Refrigera 30 minutos antes de servir.
- 4
Justo antes de servir, espolvorea con avellanas trituradas tostadas y hierbas frescas.

- No tritures las zanahorias calientes para evitar textura pegajosa
- Ajusta el comino al gusto para el equilibrio de sabores
- Añade las avellanas en el último momento para preservar su crujiente
- Variante: reemplaza las avellanas por semillas de granada para un toque ácido


