Estas deliciosas mini quiches combinan a la perfección la cremosidad de las espinacas con el carácter salado del queso feta. Ideales para aperitivos, buffets o picnics elegantes, unen ligereza e indulgencia en un formato práctico. Una receta muy fácil que deleitará a tus invitados en cualquier ocasión. Estos sabrosos bocados se preparan en un santiamén y se conservan perfectamente en el refrigerador.

HAGEN Juego de cocina de 10 piezas - Mango extraíble - Burdeos
59,90€
Ventajas:
- Revestimiento de piedra antiadherente de alta calidad
- Compatible con todo tipo de cocinas, incluida la inducción
- Mango extraíble para ahorrar espacio
- Diseño elegante en color burdeos
Desventajas:
- No apto para lavavajillas
- Puede rayarse con utensilios metálicos
- 1
Sofríe las espinacas en una sartén con un trozo de mantequilla hasta que hayan soltado toda su agua. Escúrrelas bien y deja enfriar.
- 2
Corta círculos en la masa quebrada usando un cortador de galletas. Colócalos en los huecos de un molde para muffins, asegurándote de presionarlos bien contra los bordes.
- 3
En un bol, bate los huevos con la crema líquida. Añade una pizca de sal (moderadamente, ya que el queso feta ya es salado), pimienta y nuez moscada.
- 4
Distribuye las espinacas escurridas y el queso feta desmenuzado en el fondo de cada base de tarta. Vierte suavemente la mezcla de quiche por encima.
- 5
Hornea a 180°C durante 20 a 25 minutos, hasta que las mini quiches estén bien doradas e hinchadas.
- 6
Deja templar unos minutos antes de desmoldar cuidadosamente sobre una rejilla.

- Escurrido crucial: Exprimir bien las espinacas evita una base de tarta empapada
- Precocción: Para una masa más crujiente, pincha el fondo y hornea 5 minutos en blanco
- Variantes: Añade piñones o sustituye el queso feta por queso de cabra
- Servicio: Disfruta tibio para apreciar todos los sabores


