Patatas fritas con salsa de cheddar cremosa
Sumérgete en la experiencia gourmet definitiva con estas patatas fritas caseras, crujientes por fuera y tiernas por dentro, cubiertas con una salsa de cheddar cremosa y ligeramente picante. Este plato reconfortante es un verdadero festín dorado que cautivará a todos los comensales con su perfecto matrimonio entre patatas crujientes y queso fundido. Fácil y económico de hacer, transforma un simple acompañamiento en un plato principal abundante y generoso. Estas patatas fritas con salsa de cheddar son el acompañante ideal para una comida compartida, un aperitivo en una cena o una noche de cine. Su preparación sencilla y económica garantiza el éxito cada vez.
Freidora de Aire Doble Compartimento 9L – 8 en 1
69,99€
Ventajas:
- Dos compartimentos independientes para cocinar dos platos a la vez
- Tecnología Smart Finish para sincronizar la cocción
- Pantalla táctil intuitiva con programas automáticos
Desventaja:
- Ocupa más espacio que una freidora de aire estándar
- 1
Pela y corta las patatas en bastones regulares de 1 cm. Lávalas abundantemente con agua fría y sécalas cuidadosamente.
- 2
Precalienta el horno a 220°C. En un bol, cubre las patatas secas con aceite y sal. Extiéndelas en una bandeja con papel de hornear sin amontonar. Hornea 25 min, dándoles la vuelta a la mitad.
- 3
Para la salsa, derrite la mantequilla. Fuera del fuego, añade la harina y bate 1 min para hacer un roux.
- 4
Vuelve a fuego lento y vierte la leche poco a poco batiendo. Deja espesar 3-4 min hasta que la salsa cubra el dorso de una cuchara.
- 5
Incorpora el ajo rallado, el pimentón, la pimienta y una pizca de sal. Bate.
- 6
A fuego muy bajo, añade el cheddar rallado en varias veces removiendo hasta que se derrita y la salsa quede cremosa.
- 7
Saca las patatas del horno. Opcional: Gratina 2-3 min para más crujiente.
- 8
Coloca las patatas en un plato o cuencos. Cubre generosamente con la salsa de cheddar caliente.
- 9
Espolvorea con cebolleta picada y pimienta recién molida. Sirve inmediatamente.
- Secado: Para patatas ultra crujientes, sécalas perfectamente con papel de cocina antes de añadir el aceite.
- Espacio en el horno: Extiende las patatas en una sola capa en la bandeja para evitar que se pongan blandas.
- Queso: Ralla tu cheddar tú mismo justo antes de usarlo para que se funda mejor y la salsa quede más suave.
- Salsa: Si la salsa se espesa demasiado, dilúyela con una cucharada de leche caliente.
- Servicio: Acompaña con bastones de verduras crudas (zanahoria, pepino) para equilibrar. Ideal para un aperitivo en cena, brunch o una reunión informal.
- Variantes: Añade trocitos de bacon crujiente, unas gotas de Tabasco para darle picante, o un chorrito de aceite de trufa para una versión lujosa.
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